María Emilia Cerutti (27) de Godoy Cruz y su flamante esposo, Matías Suárez (30 ) también del mismo departamento se conocían desde hacía mucho tiempo pero nunca habían cruzado palabra porque a ella le caía “pesado”, hasta que una noche se cruzaron en el conocido boliche Black Jagger, en Maipú, y entablaron la primera conversación que dos años más tarde los llevaría al altar.

A ella le atrajo de él que es decidido, emprendedor y siempre tiene una sonrisa, en tanto, Matías dice que Emilia es amable, simpática y alegre, y con un toque de histeria.

La propuesta de casamiento llegó después de un año de convivencia que tenía como cláusula que si todo iba bien ponían fecha de casamiento.

Y así fue, el sábado pasado dieron el sí quiero en la iglesia San Agustín de Ciudad.

La fiesta se realizó en el Salón El Fundo Eventos con Pedro Bonell en el catering, con la ayuda de Roxana de Atica que se encargó de la decoración de la iglesia y el salón.

Gustavo Savelli registró las imágenes en foto y video de esa maravillosa noche de amor.

El DJ Big Bruno musicalizó y puso la mejor onda a la fiesta.

Y el maquillaje de Federica Di Caro completaron el look para que la novia luciera espléndida.

“Los días de estar juntos en el nuevo hogar llegaron con el anillo de compromiso, pero no pusimos fecha hasta hace seis meses atrás cuando charlando decidimos que fuera en septiembre de este año. Así fue que comenzamos todos los preparativos y a la familia se lo comunicamos cuando ya teníamos todo listo y no lo podían creer”, contó la felíz pareja.

Los preparativos de la boda los tomaron con calma y decidieron optar por algo sencillo, la mayoría de las cosas las decidieron y concretaron entre los dos y hasta la última semana permanecieron relajados.

De luna de Miel viajaron una semana al país vecino de Chile y luego en noviembre completarán el combo con un ansiado viaje al viejo continente.

Dicen que se casaron porque: “estamos locos y queremos que nuestro pichi (perro ) tenga padres casados”.

“Somos una una pareja que se complementa bastante bien el es inquieto y yo soy tranquila y los dos estamos bastante locos”, confesaron los jóvenes mendocinos.

Yo voy a tener que aguantar de él que vive acelerado, y Matías de mí la obsesión por el orden, contó Emilia.